La respuesta rápida es está: ganan unos pocos empresarios y funcionarios ligados al agronegocio, pierden todas las generaciones futuras, nuestros nietos, nuestros hijos y en menor medida todes nosotres.
Empecemos con este video, es un extracto del documentario Chaco Gualamba de Marcelo Viñas y nos hace refleccionar sobre algo muy concreto. La soja parece aportar mucho dinero a las cajas de la Nación, pero cuantos valen en dolares los daños que produce este cultivo?
Estos calculos son el fructo de un estudio de técnicos univarsitarios y para quien quiera averiguar y conocer más, a titulo de ejemplo, le sugiero este otro trabajo técnico:
En palabras pobres: si bien los monocultivos rinden muchos dolares, en realidad la ganancia por hectarea cultivadas es mucho más baja de la de una común huerta de jardin y, aún peor, si se calcula el daño que provocan al suelo, al agua, el riesgo de enfermedades ligadas a los agrotoxicos y los efectos sobre el calientamiento global, su rentabilidad a escala nacional es muy pero muy negativa.
Y entonces porqué se siguen ampliando cada vez más? Simple: porqué los daños los pagamos todes, pero las ganancias se dividen entres pocos, de forma que a ellos sí les conviene.
En Chaco a los daños sobredichos se suma uno más, y muy importante: la perdida del patrimonio forestal de la Provincia del Chaco.
El Chaco, de hecho, ha siempre fundado su economía sobre la explotación de sus bosques: las maderas que hay acá son maderas nobles, duras, resistentes al agua, al viento y al sol. Quebracho, Palo Santo, Urunday, Algarrobo son solo algunas entres tantas. Son maderas tremendamente superiores al pino y al eucalipto del resto del mundo.
Chaco tiene un Banco Verde, un monte que vale millones de dolares, pero no supo nunca aprovechar de esta enorme riqueza y las pocas ganancias han quedado entres algunas familias de funcionarios publicos y unas pocas empresas forestales, sobretodo las tanineras (fábricas de tanino extracto desde los quebrachos centenarios). Las mejores maderas del mundo siguen llendose a los barcos que van a China, EEUU y Europa a precios ridiculos, sin aportar mucho al balance total de la Provincia.
Si esto ya no fuese bastante grave, la absoluta inexistencia de cuidados en el aprovechamiento forestal (la reforestaciones de algarrobo o quebrachos, por ejemplo, se contan sobre los dedos de una o dos manos) hizo que este enorme cheque que la Naturaleza le dió a Chaco se vaya acabando: con el ritmo de extracción actual en 10 años los bosques del Chaco ya no contendrán maderas útiles.
Es por esto que existe la Ley de Bosques, para regular el uso de los últimos bosques que quedan y permitir su regeneración, de manera que este enorme Banco Verde no se termine, sino siga en pie para las generaciones que vendrán.